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Qué es la neuromodulación no invasiva

¿Te has preguntado cuánta actividad hay en tu cuerpo sin que tu seas consciente de ello? Hay tanta, que aquí somos incapaces de poder enumerarte todo. Pero te hablaremos de algunas relacionadas con el sistema nervioso autónomo y un concepto llamado neuromodulación no invasiva.

Antes de continuar, te pediremos un pequeño ejercicio: aguanta la respiración, todo el tiempo que puedas. Intenta no respirar, aunque sientas que te falte el aire. Sigue.

No sabemos si estás haciendo el ejercicio o lo harás, pero te haremos spoiler: el cuerpo te “obligará” a que respires.

¿Eres consciente de respirar? ¿Haces algún esfuerzo para mantener la respiración activa durante tu día a día?

Veamos otro ejemplo: cuando sufres una herida, da igual si es pequeña o de gravedad, el cuerpo por sí mismo comienza a repararse: las plaquetas comienzan a formar un coágulo para aliviar la hemorragia y se comienzan a regenerar la piel, las venas, a sellar el hueso fracturado, la uña que se cayó con el golpe crece de nuevo.

Todo sin que tu sientas nada. Tampoco te implica un esfuerzo, tal parece que el cuerpo va por libre. Pero no.

Es fruto de uno de los tres sistemas de los que se compone el cuerpo: el sistema nervioso. Más concretamente, el sistema nervioso autónomo.

El sistema nervioso autónomo

El sistema nervioso autónomo es un conjunto de células que envían y reciben señales bioeléctricas por todo el cuerpo. Es el responsable, en un resumen muy amplio, de todas las actividades internas que tu cuerpo realiza sin que tú te enteres de que están sucediendo.

Por ejemplo: respirar, combatir el dolor, reconstruir células, la temperatura corporal, la presión arterial, el ritmo cardíaco, el ritmo del metabolismo, los niveles de glucosa en sangre, la digestión, y un enorme etc.

El sistema nervioso autónomo es un regalo enorme de la naturaleza.

Imagina por un momento hacer ejercicio y tener que acelerar tu corazón de forma consciente cada que lo necesites, o que se te olvide respirar, o tener una herida grande y no haber aprendido de pequeño cómo hacer para que el cuerpo combata el dolor.

Suena irreal, incluso gracioso, pero esas cosas no las necesitamos hacer porque para eso tenemos el sistema nervioso autónomo.

Como puedes concluir: si tu sistema nervioso autónomo está en buenas condiciones, tu salud en general lo estará.

Cómo funciona el sistema nervioso autónomo

Recibe información del entorno y de distintos órganos del cuerpo, a la vez que envía señales a éstos a través de señales bioeléctricas. Recuerda que el sistema nervioso es electricidad en casi su totalidad.

Se compone de dos partes, independientes y dependientes entre sí. No, no es contradictorio, ahora lo vemos.

  1. Sistema nervioso simpático (SNS): es la parte que estimula como reacción al entorno
  2. Sistema nervioso parasimpático (SNP), es la parte que controla las funciones cuando estamos en reposo

Es mucho mejor verlo en un ejemplo.

Imagina que vas caminando por la calle. Llevas a tu perro de paseo al parque. El perro llevaba veinte minutos dando vueltas por toda la casa, inquieto y arañando la puerta de casa. Captaste el mensaje y decidiste salir un rato.

Llegando al parque, nada más llegar, viene corriendo hacia tu un perro grande, a toda velocidad, no tienes idea de la raza, ni si es peligroso o no, si viene a jugar o tan solo está jugando. No tienes tiempo de resolver todas esas dudas.

De forma casi instintiva, tomas a tu perro, es pequeño, te lo pones en brazos, corres y te subes a una banca que está a unos metros de ti.

Pero el perro estaba jugando, no era una amenaza.

Cuando te relajas, repasas toda la escena, y no sabes cómo hiciste todo eso.

No es una imagen muy desconocida para nadie.

El sistema nervioso autónomo y su papel en la salud en general

Antes hemos visto dos ejemplos de cómo funciona el sistema nervioso autónomo ante estímulos externos, pero es que su papel va mucho más allá que eso.

Mantenerlo sano y en óptimo estado es clave para nuestra calidad de vida y la salud en general.

Repasemos las principales funciones de las que depende un sistema nervioso autónomo en buen estado.

Hasta ahora solo hemos visto cómo funciona para estímulos externos. Veamos cómo funciona de forma interna y qué consecuencias produce cuando funciona mal.

¿Qué pasa si esa sincronía de la que hemos hablado se rompe?

Lo sufre todo tu cuerpo. Se llama disautonomía.

  • Parálisis
  • Insuficiencia barorrefleja aferente
  • Disautonomía familiar (síndrome de Riley-Day)
  • Hipotensión ortostática idiopática
  • Atrofia multisistémica
  • Hipotensión posprandial

Qué es la neuromodulación no invasiva y cómo ayuda a mejorar tu sistema nervioso autónomo.

El sistema nervioso se comunica a través lo que conocemos como neurotransmisores.

Las neuronas son las que “toman las decisiones” en nuestro cerebro. El problema es que las neuronas no se tocan entre sí: hay un espacio entre ellas que se conoce como sinapsis.

Para hacer llegar la información entre las neuronas se utilizan “puentes” o “mensajeros” llamados neurotransmisores.

Un neurotransmisor es el mensajero que recoge, transporta, equilibra y entrega las señales entre una neurona y una célula.

Es decir: son los encargados de hacer llegar los mensajes del cerebro a los que ejecutan dichos mensajes.

La velocidad es enorme.

Dependiendo del diámetro del neurotransmisor, puede oscilar entre 1 y 4 metros por segundo.

Las neuronas y las células intercambian una gran cantidad de órdenes simultáneas y “contradictorias” todo el tiempo.

Algunas órdenes vienen para estimular y otras para deprimir, como vimos en la sección anterior.

Hay tres tipos de neurotransmisores:

  1. Excitadores: aumentan la actividad o la acción (como la epinefrina)
  2. Inhibidores: disminuyen la actividad (serotonina)
  3. Moduladores: buscan el equilibrio de la actividad

Así, millones de millones de neurotransmisores trabajan de forma simultánea, constante y coordinada para mantener nuestro sistema nervioso en funcionamiento pleno, controlando todo: la respiración, latidos del corazón, niveles de concentración, estados de ánimo, etc. Etc.

Cuando un neurotransmisor completa su trabajo, su trabajo termina por medio de:

  • Degradación: una enzima cambia su estructura para que solo sea reconocido una sola vez
  • Difusión: el neurotransmisor es enviado a otro sitio
  • Recaptación: el neurotransmisor es absorbida por la propia neurona que lo envió

¿Por qué se hace esto?

Tomando el ejemplo anterior de la oficina: si un neurotransmisor llega al corazón para que aumente el ritmo cardíaco, porque vas a ejecutar una tarea física que requiere más energía, se queda allí, el ritmo cardíaco aumentará constantemente. Así, el cerebro evita que las órdenes se ejecuten en un bucle exponencial y se ejecutan una sola vez.

Para finalizar, debes tener claro que la neuromodulación no invasiva es un tratamiento que brinda resultados duraderos, estables y sostenibles, pero a mediano plazo. No encontrarás resultados inmediatos con la neuromodulación no invasiva.

Cuanto mayor sea el daño, el dolor, la gravedad de la lesión, más sesiones necesitarás para comenzar a ver resultados y para que éstos sean sostenibles en el tiempo.

Como mínimo se necesitarán de 8 a 10 sesiones con la neuromodulacón no invasiva, y el profesional de la salud es el único que puede decirte el máximo o mínimo de sesiones según tu historial clínico.

Si tienes alguna duda sobre si la neuromodulación no invasiva puede ayudarte a mejorar tu calidad de vida, escríbenos, con gusto te atenderemos en clínica ser humano.

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